¿Buscas un comercial autónomo?

Si quieres ampliar tu negocio y aumentar tus ventas, una opción que puedes considerar es contratar a un comercial autónomo. En este artículo te explicamos qué es un comercial autónomo, cómo puedes contratarlo y qué beneficios y riesgos puede suponer para tu empresa.

Un comercial autónomo es un profesional que se dedica a la venta de productos o servicios de una o varias empresas, sin estar vinculado por una relación laboral con ellas. Es decir, es un trabajador por cuenta propia que ofrece sus servicios a otras empresas a cambio de una comisión o un porcentaje sobre las ventas que realiza.

Los comerciales autónomos pueden ser una opción interesante para las empresas que quieren ampliar su cartera de clientes, acceder a nuevos mercados o reducir sus costes fijos. Sin embargo, también hay que tener en cuenta una serie de particularidades a la hora de contratarlos, tanto desde el punto de vista legal como operativo.

Ventajas e inconvenientes de contratar a un comercial autónomo

Contratar a un comercial autónomo puede reportar varias ventajas para la empresa, como las siguientes:

  • Ahorro de costes: al no ser un empleado, la empresa no tiene que pagarle un salario fijo ni cotizar por él a la Seguridad Social. Tampoco tiene que hacerse cargo de sus gastos de desplazamiento, formación o equipamiento. El comercial autónomo asume todos estos costes y solo cobra una comisión por las ventas que realiza.
  • Flexibilidad: al no existir una relación laboral, la empresa puede contratar y rescindir el contrato con el comercial autónomo cuando lo considere oportuno, sin tener que cumplir con los requisitos legales de un despido. Además, puede establecer con él las condiciones y objetivos que más le convengan, sin tener que ajustarse a un horario o un lugar de trabajo determinado.
  • Especialización: al ser un profesional independiente, el comercial autónomo suele tener una amplia experiencia y conocimiento del sector en el que opera, así como una cartera de clientes propia. Esto le permite ofrecer un servicio más eficaz y adaptado a las necesidades de la empresa y del mercado.

No obstante, también hay que tener en cuenta algunos inconvenientes o riesgos que puede suponer contratar a un comercial autónomo, como los siguientes:

  • Falta de control: al no ser un empleado, la empresa no puede supervisar ni dirigir el trabajo del comercial autónomo, ni exigirle exclusividad o confidencialidad. El comercial autónomo tiene autonomía para organizar su actividad y puede trabajar para otras empresas competidoras o del mismo sector. Esto puede generar conflictos de intereses o problemas de fidelidad o lealtad.
  • Dependencia: al depender de las ventas que realice el comercial autónomo, la empresa puede verse afectada por su rendimiento o disponibilidad. Si el comercial autónomo no cumple con los objetivos pactados, se enferma o se marcha, la empresa puede perder clientes o ingresos. Por eso, es conveniente contar con más de un comercial autónomo o combinar esta figura con otros canales de venta.
  • Responsabilidad: al contratar a un comercial autónomo, la empresa debe asegurarse de que este cumple con sus obligaciones, además, debe tener en cuenta que el comercial autónomo actúa en nombre y representación de la empresa ante los clientes, por lo que puede generar responsabilidades para la misma si incumple alguna norma o compromiso.

Cómo contratar a un comercial autónomo

Para contratar a un comercial autónomo, la empresa debe formalizar un contrato mercantil o de agencia con él, en el que se establezcan las condiciones y términos de la colaboración. Este contrato debe recoger, entre otros aspectos:

  • La identificación y datos fiscales de ambas partes.
  • El objeto y ámbito del contrato: qué productos o servicios va a vender el comercial autónomo, en qué zona geográfica y durante qué periodo de tiempo.
  • La remuneración: cómo se va a calcular y pagar la comisión o el porcentaje sobre las ventas que va a percibir el comercial autónomo.
  • Los derechos y obligaciones de ambas partes: qué funciones y responsabilidades tiene el comercial autónomo, qué medios y apoyo le va a proporcionar la empresa, qué normas o criterios debe seguir el comercial autónomo, etc.
  • La duración y extinción del contrato: cuándo entra en vigor y cuándo finaliza el contrato, qué causas pueden motivar su rescisión anticipada y qué consecuencias tiene para ambas partes.

Contratar a un comercial autónomo puede ser una buena estrategia para impulsar tu negocio, siempre que tengas en cuenta las particularidades legales y operativas que implica. Si quieres saber más sobre cómo contratar a un comercial autónomo o sobre otros servicios que te pueden ayudar a mejorar tu gestión comercial, contacta con NOVI mentor club, empresa de Outsourcing comercial.